sellador post ordeño de alto rendimiento que combina acción física y antimicrobiana para proteger eficazmente los pezones tras el ordeño. Forma una capa visible y resistente, que sella el esfínter y evita la entrada de patógenos del entorno.
VENTAJAS
Crea una barrera física visible que se mantiene sobre el pezón hasta el próximo ordeño, asegurando protección continua.
Eficaz contra los principales patógenos responsables de la mastitis: (Escherichia coli, Staphylococcus aureus, enterococcus faecalis, streptococcus agalactiae)
Se adhiere perfectamente al pezón sin gotear ni manchar. Su remoción es rápida y sencilla con agua al iniciar el próximo ordeño.
Utilizable en vacas, búfalos, cabras y ovejas. Ideal para granjas multiespecie o sistemas mixtos de producción lechera.
Ideal para el periodo de secado, ofrece una barrera de protección continua cuando no hay rutina de ordeño diaria, ayudando a prevenir nuevas infecciones intramamarias.
No reseca el tejido del pezón. Sus agentes emolientes ayudan a mantener la piel suave y saludable.
Cumple normas europeas de eficacia bactericida, certificado bajo EN1656, demostrando actividad real contra bacterias grampositivas y gramnegativas.
Compatible con la producción ecológica: Aprobado para uso en Agricultura Ecológica, cumpliendo los reglamentos (UE) N.º 2018/848 y 2021/1165.
USOS
Después de cada ordeño, para sellar el esfínter del pezón y evitar la entrada de bacterias.
En épocas frías o lluviosas, cuando el ambiente favorece la proliferación de microorganismos.
En estaciones húmedas, donde el barro, la humedad y la materia orgánica contaminan fácilmente los pezones.
Cuando los animales están en contacto con cama sucia o húmeda, especialmente si no hay buena ventilación.
Al final del periodo de lactancia, como parte del protocolo de secado para proteger la ubre cuando ya no se ordeña diariamente.
En rebaños con antecedentes de mastitis por E. coli, Staphylococcus aureus, Streptococcus agalactiae o Enterococcus faecalis.
En granjas que buscan reducir el uso de antibióticos, como parte de una estrategia de bioseguridad preventiva.
En sistemas de producción ecológica, donde se requiere una protección eficaz aprobada por normativas europeas sin afectar el estatus orgánico.
En cualquier situación donde los pezones se ensucian rápidamente, como en potreros embarrados o corrales con mal drenaje.